28.4.06

Personajes

Se asoma uno a la actualidad del día y va viendo el tipo de público que nos acompaña en este peregrinar. A veces, incluso, uno llega a preguntarse si algunos de los personajes que forman este público no vivirán en otra realidad diferente a la de El Perdiu (también conocido como Perdidaco).

Ahí van algunos ejemplos de mi perplejidad:

- Un partido que gobierna un territorio no votará a favor de la modificación de la norma básica de este territorio que ha promovido el gobierno del que forma parte. Como muestra de coherencia, no dejarán en ningún caso ni el coche oficial, ni el sueldo ni el poder. Es decir, no apruebo el proyecto estrella de la legislatura que he impulsado pero me sigo quedando en el poder. (Creo que era Pertini el que decía: sí, si, el poder desgasta, pero no te imaginas lo que desgasta la oposición).

- Sigamos. El gobierno de una Comunidad Autónoma financia un cómic en el que se acusa a un periodista de ser "es un irresponsable porque alienta ambientes de preguerra civil.". Con dos cojones. Si este es el anticipo de la Educación para la ciudadanía que quiere poner en marcha el gobierno, conmigo que no cuenten. Años estuve esperando que alguna oenegé, algún gobierno municipal o algún intelectual clamara contra los terroristas que escribían en Egin señalando objetivos a la banda o jaleando sus acciones. Se ve que la piara de Pepe Rey no era una piara "irresponsable". Se me ocurre una idea, que nacionalicen El País, cierren el resto y pasen a llamarle "La Verdad". Así no habrá periodistas irresponsables.

- Marbella. Acabarán haciendo como la guardia civil. Poner en la gestora a gente que nunca haya estado allí.

- Pedro Jota. ¿Es cierto que le cae bien Mesquida por algo relacionado con su chalét?

- Más. Veinte años no es nada, cantaba Gardel. Contreras, consejero delegado de La Secta, y Barroso, conseguidor desde el gobierno de la misma cadena, escribían hace unos años perlas que han sido rescatadas por Época y que reproduzco de Alfonso Basallo:

En 1983, José Miguel Contreras y Miguel Barroso defendieron en un artículo el monopolio estatal televisivo y arremetieron contra la “derecha social” por relegar al Estado al papel de “árbitro del oligopolio” de “los grandes propietarios informativos”. Veintitrés años después, Contreras es consejero delegado de una cadena privada, La Sexta, en manos de “grandes propietarios informativos”; y Barroso ha ejercido de “árbitro del oligopolio”, como secretario de Estado de Comunicación. El artículo lo publicaron en Leviatán, revista de pensamiento del PSOE… y también nombre de monstruo bíblico.


En fin, todos tenemos derecho a cambiar de opinión. Pero no a impartir lecciones de nada cuando el cambio ha sido tan brutal, y el enriquecimiento tan evidente con aquello que criticaban.
Pero no pasa nada.
Aquí nunca pasa nada.

PD: En Sanabria sol, y buen tiempo.

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