22.11.13

Esas palabras que hubiera escrito yo...

Don Mario ayer. En unos premios de El Mundo. Un discurso pleno. Redondo. Llamar a las cosas por su nombre. La claridad en el uso de la lengua. En la adjetivación. En el discurso. Avanzar más allá de la corrección política y recordar que si bien del tronco común del XVIII venimos los hunos y los otros, no somos iguales. Ellos se quedaron con el romanticismo y nosotros nos fuimos hacia lo universal. No, no somos lo mismo. Ni toda las ideas merecen el mismo respeto...

PS: Sositiene Don Mario que "el nacionalismo es una de las grandes aberraciones de la Historia, es un sobreviviente del estatismo y del colectivismo, es una doctrina que atribuye la importancia del individuo a su pertenencia a un colectivo, aberración absurda que niega la libertad individual, que niega la posibilidad de un ciudadano, de una ciudadana de elegir su propio destino y ser lo que quiere ser mediante una conducta determinada.
Es una aberración que convierte el pertenecer a una colectividad en un valor, en un valor cultural, en un valor político, en un valor ético. Las peores desgracias que ha vivido la humanidad en los tiempos modernos han sido el resultado de la ceguera de la obtusa visión y la violencia que forman la esencia misma del nacionalismo. Por eso tenemos que combatir el nacionalismo sin complejos de inferioridad, absolutamente convencidos de que el nacionalismo es la negación de la civilización, de la democracia, de todas las instituciones que han ido desbarbarizando la vida y humanizando al ser humano.
Es verdad que hay nacionalistas pacíficos, cultos, benignos y que parecen inofensivos. No nos engañemos, ésa es una apariencia, ésa es una postura fugaz, momentánea; basta escarbar lo que se esconde tras ella, y lo que se esconde tras ella es el prejuicio, es en última instancia la discriminación, el encono, la violencia".

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