19.2.21

Bond, el Brexit (Para leer al Pato Donald, años después)

Me pongo con lo de Eduardo Valls Oyarzun, un ensayo sobre el mítico agente titulado James Bond contra el Dr. Brexit. Hay que ser más experto en el hijo de Fleming de lo que yo imaginaba para seguir el texto, así que no tengo claro haberlo entendido del todo. En cualquier caso, una buena reflexión sobre la identidad británica, su colonización con lo inglés (¿Existe alguna razón para permanecer unidos si ya no existe el Imperio?) y el futuro que le espera a esa identidad una vez consumada su salida de la Unión. Si "el puesto de Bond en el mundo es el puesto de Gran Bretaña en el mundo" seguir su rastro desde los años sesenta nos muestra cómo ha ido cambiando una identidad postimperial y cada vez más difuminada. Así son las identidades: variables y caprichosas, como corresponde a una creación cultural. No es extraño, por lo tanto, que "La comprensión del pasado imperial por parte de muchos británicos, así como del futuro de su país o el modo en que se percibe Gran Bretaña en el mundo no es en gran parte sino mito y nostalgia" (Danny Dorling)

Hay muchas visiones de Bond en el imaginario británico, y sorprende por ejemplo que para los tory más conservadores "Bond representa la decadencia del Imperio", por su cosmopolitismo y su esnobismo, ligado a lo británico pero diferente de lo inglés. Me interesó menos la parte de la evolución de la masculinidad del personaje y su relación con las mujeres. 

PS: "Estos tiempos no son tan modernos como nos gusta pensar", como señala Jeremy Black



1 comentario:

Anónimo dijo...

Las identidades, al menos no todas, no son variables y caprichosas. Ser humano o ser padre no lo son. No todo es cultura, of course.
—Malcontent