Redondo esto de Buruma en Letras Libres de hace unos meses; una de las explicaciones más sugerentes del fenómeno woke, relacionado con el espíritu protestante y la religión más de lo que sus impulsores creen. Y de fondo, una hipocresiá notable:
"Una explicación menos caritativa es que es más fácil realizar los rituales del antirracismo –contratar a encargados de la diversidad, imponer sesiones de entrenamiento antirracista, hacer nobles declaraciones– que pagar impuestos más elevados para mejorar las escuelas y los servicios públicos. Contratar a mil encargados de la diversidad en Dalton no va a ayudar gran cosa a los niños negros de bajos recursos de Harlem o del Bronx..."
Pues eso
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