6.2.06

Al hilo de los asaltos a las embajadas europeas (I)...

Una vez más, hay que dejar que hable el maestro:
"Menos conocida es la paradoja de la tolerancia: La tolerancia ilimitada debe conducir a la desaparición de la tolerancia. Si extendemos la tolerancia ilimitada aun a aquellos que son intolerantes; si no nos hallamos preparados para defender una sociedad tolerante contra las tropelías de los intolerantes, el resultado será la destrucción de los tolerantes y, junto con ellos, de la tolerancia. [...] Deberemos reclamar entonces, en nombre de la tolerancia, el derecho a no tolerar a los intolerantes."
Es una pena que nuestros analfabetos políticos europeos no sepan quien era Popper. Que no hayan abierto nunca una página de "La sociedad abierta y sus enemigos". Si lo hubieran abierto por la página 512 de la edición que Paidós publicó en Barcelona en 1981 hubieran leído el párrafo que abre el texto.
Y no estarían tan desarmados ante la barbarie de los bárbaros.
Y tendrían algo que responder más allá de las palabras huecas y vacías que estamos escuchando.
Podrían dar batalla a los bárbaros en el campo de las ideas y de los valores.
Aunque quizá es mucho pensar que nuestros políticos tienen valores y que los defienden
No lo sé. A veces pienso, parafraseando a Marx, que la Ilustración llevaba en sí el germen de su propia destrucción.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tienes que ver Munich (la peli, claro).

El Perdíu dijo...

Jimena la vió ayer en los Barrueco. También me dice que le gustó. A ver si puedo...