Escribo poco sobre las Administraciones Públicas, me reprochaba este verano un desocupado lector de esta bitácora. Es cierto. Quizá porque después de tantos años trabajando con ellas, estoy cada vez más confuso en lo que al diagnóstico del problema y de la solución se refiere.
Así que como ya he dado por descartado que las Administraciones en España puedan reformarse (a ver si algún día tengo un rato y le cuento porqué, desocupado lector), ahora entretengo mi espíritu reflexionando sobre cómo las Administraciones se van viendo salpicadas, poco a poco, por el espíritu de los tiempos.
En este sentido, me resultan atractivas las lógicas de la web 2.0 y 3.0 que están llegando, poco a poco, a materias relacionadas con lo público. Casi por azar, llegué a Arregla mi calle, un portal en el que los ciudadanos pueden decirle a su Ayuntamiento qué calles están mal de su pueblo, y subir fotos para mostrarlo. Un interesante ejemplo de cómo puede hacerse sociedad civil a través de las nuevas formas de comunicación. De cómo presionar, vigilar y controlar a los poderes públicos. Porque los derechos, no se confunda, lector, no nos los dan las Administraciones. Justo al revés. Los tenemos frente a ellas. No sé que tal les irá, pero no soy optimista. En España no hay sociedad civil, así que estas cosas se verán como paridas de un par de iluminados. Estamos muy ocupados viendo la tele como para preocuparnos de estas cosas.
En fin
PD: se admiten ideas para mejorar todo esto.
Así que como ya he dado por descartado que las Administraciones en España puedan reformarse (a ver si algún día tengo un rato y le cuento porqué, desocupado lector), ahora entretengo mi espíritu reflexionando sobre cómo las Administraciones se van viendo salpicadas, poco a poco, por el espíritu de los tiempos.
En este sentido, me resultan atractivas las lógicas de la web 2.0 y 3.0 que están llegando, poco a poco, a materias relacionadas con lo público. Casi por azar, llegué a Arregla mi calle, un portal en el que los ciudadanos pueden decirle a su Ayuntamiento qué calles están mal de su pueblo, y subir fotos para mostrarlo. Un interesante ejemplo de cómo puede hacerse sociedad civil a través de las nuevas formas de comunicación. De cómo presionar, vigilar y controlar a los poderes públicos. Porque los derechos, no se confunda, lector, no nos los dan las Administraciones. Justo al revés. Los tenemos frente a ellas. No sé que tal les irá, pero no soy optimista. En España no hay sociedad civil, así que estas cosas se verán como paridas de un par de iluminados. Estamos muy ocupados viendo la tele como para preocuparnos de estas cosas.
En fin
PD: se admiten ideas para mejorar todo esto.
3 comentarios:
"Porque los derechos, no se confunda, lector, no nos los dan las Administraciones" !Cuánta razón tiene sr. Perdiu¡ Creo que en España hay un sentimiento atávico que hace que la población confunda a sus servidores públicos con sus amos.
¿Cómo sino se explica esa sumisión absoluta que nos lleva a aceptar que se nos mienta una y mil veces sin que ocurra nada?
Si tuviésemos conciencia clara de que los políticos son nuestros sirvientes ¿permitiríamos que a los que pagamos por administrar nuestro patrimonio nos mintiesen una sola vez? Seguramente que no.
Es cierto que no hay sociedad civil en España, aunque quizá y con dificultad esté comenzando, para ello primero tiene que enraizar la idea anterior.
Soy optimista en cuanto a los cambios que van propiciando las nuevas tecnologías, lentos aún, pero inexorables.
Totalmente de acuerdo. La Sociedad civil en España es una utopía. Un saludo.
La politización de la justicia es un indicio grave de lo que puede venir. En mi caso, siendo colombiano, vivo lo contrario a lo que puede ocurrir en España, donde los partidos del poder se dividen en pastel. Aquí, en cambio, Cortes y Gobierno llevan un año completo de lucha por el poder, valiéndose de procesos judiciales y de elecciones.
Lástima la situación. Ojalá que puedan aprender de eso y lograr un cambio pronto.
Saludos.
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