23.10.08

Miscelánea otoñal

Hace días que nos les hablo de libros. Es que estoy enfrascado en dos obras monumentales. Por un lado, lo habrá adivinado ya el desocupado lector que frecuente estos pagos, las Memorias de Ultratumba, del Vizconde de Chateaubriand. Tengo ya devorados dos de los cuatro tomos en los que Acantilado publicó la obra y que recogen los veinticuatro primeros libros de la obra. Una delicia. Ya les contaré. El otro es Mao, la historia desconocida, de Jung Chang. Joder qué personaje. Ni una mala palabra, ni una buena acción. Muy bien escrito es, a la vez, un viaje por la reciente historia del Imperio del Centro. Si tuviéramos una izquierda algo culta, ellos dirían menos idioteces y todos estaríamos mejor. No entiendo como a estas alturas puede haber gente que, sin avergonzarse, siga declarándose maoísta. Ya les iré contando cuando los acabe. En el autobús estoy con Francisco Umbral, el frío de una vida, de Anna Caballé. Con Umbral descubrí las columnas en la prensa y sigo echando de menos su última en El Mundo.

 

PS: Tras haber hecho el viaje al corazón d´uropa, ahora nos toca mendigar. Este gobierno es peor que una plaga bíblica.

 

PD: Viene mal dadas. Y ahora se quejarán los que han estado cuatro años debatiendo sobre estatutos y payasadas. Lo importante era otra cosa. Tenemos un mercado laboral con una de las cualificaciones más bajas de Europa, pero de eso no mola hablar, con lo bien que queda uno hablando de alianzas civilizatorias y extensión de derechos en estrategias de no dominación. Españoles, es verdad que tenéis el gobierno que más se asemeja a vosotros. 

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