28.8.10

La política, ese lodazal

Aburrido de la política. Del cinismo de lo político. Ahora el gobierno plantea reformas que calcan las de Aznar en 2002. Qué cara más dura, por Dios, tiene este desastre de gobierno. A Aznar le costaron una huelga general y al final las retiró. A este dizque gobierno ¿le va a salir todo gratis?. Estos analfabetos que no saben pero nada de nada de cómo funciona el mercado de trabajo. Ahora el problema es que los SPE no intermedian, no te jode, como si esa fuera su función. Si algún día tengo un rato les explico mi visión del tema. Hablando de Aznar, fantástica su visita a Melilla. Y que no hablen los lanas de deslealtad que el vocablo, en este y en otros ámbitos, lo inventaron ellos.

Los liberados del rollo este progre-catalán. Me alegro por ellos, pero espero que alguien haya aprendido la lección. Menos payasadas, menos caravanas solidarias y más seriedad. Que luego el que paga es el contribuyente. Si quieren sentirse buenos, que ayuden al hambriento que pasa junto a ellos, en La Mina, por ejemplo, en vez de ir a enredar a zonas en conflicto.

Interesante, el asunto de las primarias entre el tal Gómez y la amiga de Zapatero. Algo se mueve en el PSOE si un oscuro aparatchick es capaz de plantarle cara al desastre leonés. Que tenga suerte, porque el rencoroso zapatero nunca ha entendido la política como una lucha entre adversarios sino entre enemigos.

En fin, mamá cojita, y yo con problemas en la planta del pie. Por la mañana, para el aperitivo; por la noche, para la tortilla y el café. Dos veces, ¿Será puro azar?. ¿Serán sólo guiños del presente?


PS: No puedo ser “objetivo”. La llamada “objetividad” que veo en tanta gente (Camil entre ellos) me parece una forma de aceptar las cosas, de acomodarse a ellas. Se está extendiendo por todas partes no sólo el miedo a los alemanes sin o también la estima e incluso la simpatía hacia ellos" […]. Sebastian, Mihail: Diario (1935-1944), Entrada del 31 de mayo de 1940.


PD: No tengo ninguna gana de volver a trabajar. Creo que me espera un otoño aterrador. Espero salir con vida de él.

2 comentarios:

jorditauler dijo...

El problema es que el oscuro aparatchik me parece menos convicente que ZP. Creo que es incluso peor en cuestion ideologica. Mas socialista si cabe.

Anónimo dijo...

Los últimos datos del CIS se imponen a la realidad política del país. Demuestran que, a pesar de la deriva del Gobierno hacia la derecha económica, la izquierda política no consigue rentabilizar en las instituciones la frustración, el enfado y las ganas de cambio de los votantes más progresistas. Una situación “ideal”, en términos puramente electorales para el crecimiento de la izquierda, y con una huelga general convocada por los sindicatos más representativos, se convierte en un retrato desolador del presente de la propia izquierda. ¿A quién deberían votar ahora los que gritaban en la sede del PSOE “no nos falles”? La lógica diría que a Izquierda Unida. La realidad dice otra cosa muy distinta. Ni los nuevos votantes de izquierda, ni los decepcionados por el giro conservador de Zapatero, ni quienes se habían abstenido en otras ocasiones o votaban opciones marginales “anticapitalistas” se muestran interesados por la opción que representa IU. Y no es un problema de liderazgo. La excelente valoración cosechada por su portavoz en el Congreso, Gaspar Llamazares, en el último debate sobre el estado de la nación sólo añade más incertidumbre al umbral del cinco por ciento al que parece estar condenada IU (punto arriba, punto abajo) en sus resultados electorales pasados o futuros. Por una razón, los futuros votantes de izquierda todavía no saben que Llamazares, la mayor y mejor representación de la izquierda en las instituciones, no será el candidato de IU a las próximas elecciones generales. Y aunque lo fuera, eso no solucionaría por sí mismo el problema de IU y mucho menos el de la izquierda.