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4.3.14

Ucrania a través de los ojos de otros...

Recomendaciones para conocer cosas de Ucrania que no salen en los telediarios ni en los tuits

Una buena lectura para acercarse a Ucrania y a sus problemas actuales, es la de Yuri Andrujovich en El último territorio. Hace años hablamos de él aquí. Un magnifico conjunto de ensayos sobre la Ucrania de la independencia y los problemas de articulación de un país escindido entre el alma de los Habsburgo, al oeste, y la de los zares, al este. Un autor, otro más, acercado por el Acantilado, y perdido en algún aeropuerto nórdico, o eso me dijo...

Para ir más allá, para bucear en la historia, creo que ningún libro como el de Mar Negro. Cuna de civilización y barbarie, de Neal Ascherson. Un libro tan fascinante como sorprendente para entender lo que ocurre en la ribera de aquel mar, para conocer historias como las de los caratíes de Crimea.  Para conocer, en fin, que hubo un pueblo, los laz, del que yo me hice ciudadano adoptivo por mi cuenta y riesgo hace muchos años...

Buenas lecturas, desocupado lector.

No se las pierda. Si es que quiere enterarse de algo, digo...

21.4.13

Los generales de las últimas guerras...

Se llamó Zbigniew Herbert y fue un poeta en lengua polaca, nacida en la vieja  Leópolis en 1924. La hermosa Lvov, allí donde Yuri Andrujovich me enseñó una tarde de abril a mirar el último territorio. Luego ella lo perdió en un avión, pero supongo que esa es la historia de mi vida: mujeres que se van dejando mis cosas olvidadas a cada vuelta del camino... 

Se llamó Zbigniew Herbert y el otro día, revolviendo entre su poesía completa, me encontré con unos versos serenos que me sirvieron de contraste mientras apuraba, con tantos años de retraso, Los puentes de Madison.

Las excusas frente a la serenidad de saber afrontar lo inevitable.

Disfrute estos versos, desocupado lector. 

Qué pena no haber sabido ser  Tucídides en su momento:

"Los generales de las últimas guerras / gimotean de rodillas ante la posteridad / se glorian de su heroísmo / e inocencia / inculpan a sus subordinados / a los colegas envidiosos / y a los vientos hostiles. / Tucídides se limita a decir / que disponía de siete naves / era invierno / y navegó con rapidez." 

26.4.07

Un país entre dos mundos

Habrá observado el desocupado lector que últimamente he citado algunas frases de “El último territorio” libro a medio camino entre el ensayo y el divertimento del escritor ucraniano Yuri Andrujovich. El libro fue publicado por Acantilado, magnífica editorial catalana que nos está descubriendo infinidad de autores europeos.

Se trata de una suma de ensayos escritos en los años noventa y que reflexionan sobre temas diversos relacionados todos ellos con su país de origen: la historia de Ucrania, su compleja relación tanto con occidente como con oriente, la figura de Taras Shevchenko, el desastre de Chernobil, la lengua ucraniana, la emigración, Galitizia... El autor sigue un poco la línea de Magris y el resultado es un buen libro que sirve, creo yo, para realizar un primer acercamiento a la complejísima y (al menos para mí) desconocida realidad ucraniana. Nos permite llegar a dónde no llegan los periódicos, que suelen quedarse en que el país está dividido en dos mitades, una prooccidental y otra prorrusa, y que únicamente se interesa por el país cuando hay fútbol o cuando hay disturbios.

Me cae bien Andrujovich además, porque, siendo un escritor que escribe en ucraniano, se ha traducido él mismo al ruso y en el libro adopta en general una postura bastante respetuosa con los ucranianos que hablan ruso, lejana del nacionalismo ucraniano en el que ha sido encasillado alguna vez.

En fin, si les interesa conocer algo de Ucrania, un país fronterizo, no dejen de leerse este libro.

PS: todo el día llovío, toda la noche lloviendo, quiero estar donde tu estés...

25.4.07

Llueve

Llueve. Día viajero. De Rivas a Toledo y tiro porque me toca. En Parla, el diluvio. El almuerzo, reflexivo. Veo con agrado que por fin, tantos años después, una pequeña parte de la izquierda española da la cara por Israel. Ya era hora. Quizá haya todavía esperanza y la que vemos a diario no sea la cara verdadera o al menos duradera de la izquierda española.

En fin, no me voy a detener mucho en el tema hoy, pero lo que pasó ayer en el Parlamento es muy grave. Si este fuera un país serio ya hubieran rodado cabezas, entre ellas la del candidato nombrado a dedo por el simplón para la alcaldía de Madrid. El directivo de un organismo regulador acusa al equipo económico de La Moncloa a jugar a que España es un cortijo y ellos cobran la entrada. Lo que Conthe dijo ayer debería sonrojar a este gobierno. Si tuvieran vergüenza, claro. El problema es que el regulador se creyó lo que dice la ley sobre su cometido.
Nadie le contó el lema del simplón: “las palabras deben estar al servicio de la política”. Y así nos va.

Lectura incorrecta para hoy. Benigno Pendás hablando de patriotismo.

¿Desde hace tiempo me cuestiono una serie de cosas: ¿cuál es el destino de un escritor en un país del que todos huyen? ¿Quedarse y no tomarlo en consideración, seguir viviendo “sin enterarse”? ¿O huir, y después decir con orgullo que uno es “un exiliado”? ¿Cuál de las dos opciones es menos dolorosa? ¿Cuál de ellas es una derrota?

Andrujovich, Yuri: El último territorio. Acantilado, Barcelona, 2006. Pág. 129

23.4.07

A través del espejo

Según el gobierno Nacional Socialista vasco, aquellos que buscan con los güevos las rodillas de los buenos vascos son los que causan problemas.

Ahora un juez dice que sí, que la víctima se lo busca. 82.000 ciudadanos firman para que ETA vuelva a las instituciones. ¿Qué pensarán estos ciudadanos cuando, cada mañana, se miran al espejo? ¿Saben que el pepé, que ha sido en algunas elecciones el segundo partido más votado en Bilbao no tiene sedes sociales en esta ciudad? ¿Qué piensan estos ciudadanos de que un partido tenga votantes pero no tenga candidatos en varios pueblos de Guipúzcoa?
Me acuerdo de una canción:

te han buscado
te intentan destrozar
has mirado
muchas veces al cielo
con rabia entre los dientes
con ganas de correr
las noticias
llegan hasta las casas
esto es absurdo
no lo vamos a aguantar.
En tus calles
no hay sitio para ellos
que se vayan
no los queremos ver.
¡No! no nos vamos a dejar


Reflexión última
.

Ahí está el escritor. Su número de lectores se reduce cada vez más y entre su público sólo van quedando fracasados como él. […] Entonces, ¿qué le queda?
Ahora que lo pienso, le queda algo, y muy importante: esforzarse por escribir bien. En una sociedad lumpenizada, gobernada por instintos y no por ideas, el papel del escritor sigue siendo el mismo. Siempre es el mismo. La única diferencia es que debe se consciente de que no le escucharán. Esto no signifca que no tenga la obligación de escribir bien. Por regla general se trata de una obligación ante uno mismo
[…]
Andrujovich, Yuri: El último territorio. Acantilado, Barcelona, 2006. Pág. 129