Todas las identidades colectivas son creaciones culturales. Todas. Reminiscencias de un mundo de aldea en las que todos nos conocíamos y todos éramos uno. Y más jóvenes, claro. el otro día llegué a esto sobre lo que pasa con una cocina nacional cuando un país desaparece, a cuenta de lo que se dio en llamar la cocina yugoslava...
5.9.21
20.6.20
Cines y tal
8.9.15
Una de las claves
18.11.14
Kaplan y el monzón (IV)
Al final, considera Kaplan, la doble consideración de ineficaz e ilegítimo que muchos ciudadanos hacen del Estado pakistaní, dificulta la evolución del sueño de Jinnah y quizá Pakistán no sea más que una creación temporal que ya fue amputada en 1971 y que quizá desaparezca en breve.
El problema está en qué autoridad sustituirá a la del decadente Estado actual...
12.7.12
Cerrando el libro
6.2.11
Cine. Cuatro
Otra peli que quise ir a ver en su momento. Y que no vi. En tierra de nadie, un drama que ganó un oscar: un bosnio y un serbio quedan atrapados en una trinchera en la última (por ahora) guerra de los Balcanes. Recuerdo que yo era aún un joven irredento y me perdía con aquel conflicto: ¿Por qué luchaban? ¿Quiénes eran los buenos?, ¿quiénes los malos? Mucha gente hizo dinero con aquello. Y Europa, esa nulidad, se retrató, otra vez. Nunca entendí nada, la verdad, aunque luego llegó Kaplan y sus fantasmas balcánicos me ayudaron a empezar a comprender. La lectura como un bastón que nos ayuda a abrirnos paso en la vida. Una guerra, otra más, que estalló gracias a la manipulación de la memoria.
Volviendo a la peli. Buen cine. Del que reparte estopa para todos los lados. Ni buenos muy buenos ni malos muy malos. La necesidad de sobrevivir. El papelón de los cascos azules, siempre tan ajenos a todo, en la línea del inolvidable Bono y su “prefiero que me maten a matar yo”. El papel de los medios de comunicación, cómo olvidar a Márquez intentando filmar la voladura del puente de Mostar. Los traficantes de armas. Y al final, los soldados, la carne de cañón, endurecida a veces por el odio pero, casi siempre, pobres peleles que van al sacrificio sin entender bien porqué…
El final es espectacular. Y duro. No se lo pierdan. No se la pierdan.
PD: Todavía tengo la otra película encima de la mesa. Esperando. Qué semana más rara. Qué delgada línea separa una cosa de otra. Y el silencio, ese maldito silencio.
PS: En 1985 […] Djilas ni se inmutó: -Verá usted como Gorbachov será sólo otro personaje de transición. Llevará a cabo importantes reformas y, hasta cierto punto, introducirá una economía de mercado, pero entonces saldrá a la luz la verdadera crisis del sistema y Europa oriental irá dividiéndose cada vez más.
-¿Y qué me dice de Yugoslavia?-, le pregunté.
Su sonrisa fue malvada.
-Como Líbano. Espere y lo verá.
Kaplan, Robert D.: Fantasmas balcánicos.Viaje a los orígenes del conflicto de Bosnia y Kosovo. Barcelona, Ediciones B, 2005. Página 144