5.9.21

Identidades y tal

Todas las identidades colectivas son creaciones culturales. Todas. Reminiscencias de un mundo de aldea en las que todos nos conocíamos y todos éramos uno. Y más jóvenes, claro. el otro día llegué a esto sobre lo que pasa con una cocina nacional cuando un país desaparece, a cuenta de lo que se dio en llamar la cocina yugoslava...  

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hombre, sostener la idea presentista, posmoderna y básicamente occidental de identidad colectiva como una mermelada de emociones ("me SIENTO...") es muy reductivo. Díganle a chinos, hutus o japoneses que su identidad es un constructo artificial o emotivista. Precisamente un artefacto diseñado en un despacho es la idea popperiana de su inexistencia.

Sin embargo, la identidad tiene que ver más bien con lo que Chesterton denominaba la democracia de los muertos. Es como un hogar.

Así, si una familia heredara de sus ancestros una bonita casa en el campo, yo sería partidario de que siguiera siendo un hogar para sus descendientes. Me entristecería si sus estancias cargadas de recuerdos, su hermoso jardín, las fotografías del pasado, la chimenea donde el padre contaba las historias de la familia, o los venerables muebles del abuelo, fueran vendidos a unos extraños. O que la casa fuera convertida en una oficina de una multinacional, en un casino, o en un parador de turismo. O peor aún, que fuera derribada o dividida en casas diferentes.

Pues en puridad la casa no le pertenece a esa familia concreta. Es una herencia plasmada en una lealtad a los muertos que habría de ser transmitida ('traditio') a las próximas generaciones. Porque la tradición no es la veneración de las cenizas, sino la preservación del fuego.

–Malcontent