11.9.06

Once ese

Hace cinco años ya. Comía yo con mi amigo Carlos en Alalpardo. "Mira lo que está pasando" me dijo mientras ardía en la tele del restaurante la primera torre. No nos odian, los terroristas islamistas, por faltar al respeto a su profeta, o por los errores geopolíticos de los EEUU en la zona. No, no nos odian por lo que hacemos mal. Nos odian porque, en nuestro mundo, la mujer puede vivir su vida, la religión no sale demasiado del templo y cada uno puede ser un individuo, si quiere, que intente dejar atrás su umma, su comunidad, y vivir su vida cómo y donde quiera. No nos odian por lo que hacemos mal, sino por lo que hacemos bien.

Otro once ese. El de las eternas víctimas. Los siempre Abeles. Recuerdo el inicio del libro de Cruise O´Brian, Voces ancestrales: “sólo hay una forma de aplacar a un fantasma; hay que hacer lo que nos pide. Y los fantasmas de la patria siempre tienen grandes exigencias”. Está uno cansado ya de víctimas eternas.

El patriotismo. El último refugio de los canallas.


PD 1. El tráfico. Me parece bien el permiso por puntos. Lo que me parece un vacile es el uso que le dan el gobierno y la prensa. Para ver si es útil hay que ver tendencias, y esas no se ven en dos meses. Otra vez lo posmoderno. Todo lo sólido se desvanece en el aire.

PD 2. De desgracia en desgracia hasta la derrota final. Mi cuñado, apreciado e inteligente adversario en muchas discusiones de café que sacan de quicio a Jimena y a su hermana, se ha roto un pie con la moto. ¡Recupérate Maic!

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