Nos levantamos con la fresca. Àngel, Jimena y yo salimos de paseo. Desayunamos en Pershing Square, frente a la estación central. Un dominicano nos atiende. Queremos andar la ciudad y a ello nos ponemos, Hay un mercado que ocupa varias manzanas. Empezamos a subirlo. Jimena se relaja la espalda a manos de un especialista japonés. Camisetas, comida, gafas, herramientas. Todo se vende. Hay algo de ironía en el contrapunto que suponen los rascacielos como fondo y las baratijas como sustancia. Volvemos a ver Central Park, pero ahora lo bordeamos. Seguimos de paseo y entramos en la tienda oficial de
Hay que viajar, pienso mientras volvemos al hotel, donde vamos a almorzar antes de salir para el JFK. Es nuestro único antídoto contra el medio en el que hemos nacido. Es la única manera de intentar construirnos como personas frente a las identidades que nos trata de imponer nuestro entorno natural. Al fin, almorzamos. Al aeropuerto nos lleva un taxista de Sri Lanka que habla un inglés espantoso. Como no le gusta el túnel, nos hace salir de Manhattan por los puentes. También lleva su música puesta, quizá porque aún no ha entendido que la patria es aquella que da de comer a sus hijos. En cualquier caso, salir de la isla a través de uno de los puentes es una hermosa forma de despedirse de esta ciudad.
Llega la hora de hacer balance. Estados Unidos es un gran país. El viaje ha sido fascinante y muchos aspectos han impresionado al Perdíu. Ha habido también impresiones negativas, pero tengo una duda. No sé hasta qué punto muchas de ellas son únicamente el rechazo que nos produce lo diferente. Por ejemplo
Llegamos al aeropuerto. No queda mucho más ya por hacer. El sistema de gestión de esperas de Delta es francamente mejorable, pero es lo que hay. Embarcamos, el viaje de vuelta es más ligero que el de ida. Aterrizamos en Madrid. A dormir un rato. Sanabria nos espera. Cuando uno acaba de llegar de la capital del mundo, el mejor rincón para descansar suele ser el que más lo aproxima a su infancia.
1 comentario:
Bueno pues nada. De vuelta a España y ahora a recuperarse del cambio horario...
Bienvenido!
Saludos.
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