20.5.08

Domingo 11 de mayo. Empieza el viaje

Jimena nos lleva, a primera hora, a Ángel y a mí al aeropuerto de Barajas. Volamos, vía Fráncfort hacia Shanghái. Algunas reflexiones sobre China y el mundo chino, tan desconocidos para mí.

Los primeros emperadores chinos gobernaban sobre “Tianxia”, que literalmente significa “todo lo que hay bajo el cielo”. El sinocentrimo, una característica clave de varios siglos de política en China, ahora y en el pasado. Un país que luego se reconocía a sí mismo como “El Imperio del Centro”. Un país capaz de producir, cuando en la península ibérica había gentes que no dejaron apenas nada escrito, un ejército de terracota como el de Xian. Un país con dos almas; una apegada a su mundo y otra que miraba de reojo al resto. Un país, en fin, que ni siquiera tuvo nombre con el que llamarse a sí mismo ya que, hasta hace pocos siglos, el país recibía el nombre de la dinastía reinante.

Conceptos que explican mentalidades: el koutou, una reverencia al Emperador que constaba de tres genuflexiones sucesivas en la última de las cuáles la frente tocaba el suelo. Si el visitante occidental que llegaba en el XVIII o en el XIX no la ejecutaba, China no quería tratos comerciales con nadie.


El mítico Emperador Amarillo, probablemente inventado por un grupo de nobles para afianzar su poder. El desprecio hacia los bárbaros, y un estado crónico de conflictos con los vecinos (existen hasta siete términos para hablar de “batidas fronterizas” en chino).


Un país condenado a sufrir, cíclicamente, invasiones de bárbaros del norte que enseguida sufrían un proceso de aculturación y asumían como propios los valores políticos, morales y culturales de los chinos. China, el país de los Han.
Aterrizamos por fin en el
aeropuerto Pudong de Shanghái. En la ciudad son apenas las diez de la mañana. Para nuestro cuerpo, las cuatro de la madrugada. Pero no hay tiempo para ir a dormir. La megápolis del siglo XXI nos espera.


PD: Hablando de siglo XXI. ¿Saben lo que significan las siglas HRSTC? Pues
pinchen aquí y luego preocúpense.

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