29.9.10

El día de la huelga

Sé que hoy es la huelga, que dicen general. Me ha importado poco. Nadie le echa valor, pero las huelgas generales son huelgas estrictamente políticas y alguien debería recordar que están prohibidas de manera explícita.

Recordaré este día por otra cosa. Me acerqué al cliente por la mañana. Allí alguien había desconectado los ordenadores, así que me volvía ya para la oficina cuando me presentaron a Luis Alberto de Cuenca. Secretario de Estado de Cultura en los añorados gobiernos de Aznar. Un tipo culto, un erudito. Un humanista. Brillante. Un rato de conversación. Un poema, que figura en el final de lo que le escribí a Hornuez, cuando se casó. De lo que le leí a Lareeta, allá en Tarrasa, también cuando se casó. El placer de trabajar, ambos coincidimos, el día en el que los socialistas de todos los partidos hablan de huelga. Ayer, casualidades de la vida, le daba vueltas, de noche, a alguno de los poemas recogidos en su último libro, El reino blanco. “Te perderás todo esto. Tú sabrás / lo que haces; aunque no sepas / porqué lo haces.



PS: primera sesión. Bien.

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