21.10.13

Doctrinas y Estado de Derecho

Fue repugnante. Todo el proceso. Qué otra cosa se podía esperar cuando había alguien como el tal Eguiguren al frente. Qué ETA deje de matar, decían los voceros del gobierno. Los fines y los medios. Para que ETA dejara de matar, bastaba con haberle dado lo que pedían. La democracia resistió al chantaje, a costa de la vida y el miedo de miles de ciudadanos. 

Hasta que llegó Zapatero. A inventarlo todo, él solito. No sólo fue permitir a ETA volver a las instituciones. Fue la repugnante declaración de un Fiscal General hablando de las togas y del polvo del camino. O la repugnante imagen de unos policías facilitando información a los terroristas

Ahora consiguen otro objetivo: la doctrina Parot, un sistema para computar el cumplimiento efectivo de la pena, no podrá ser aplicada a las alimañas etarras a las que se les estaba aplicando.

Gracias por todo López Guerra. 

Gracias por todo Zapatero...

Aquí, como en todo, con las víctimas del nacionalismo cruento.

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