9.4.14

Grandes Hoteles, o no morir por no olvidar...

Nos acercamos a ver el Gran Hotel Budapest. Stefan Zweig y aquel mundo que desapareció, para siempre, en la Europa anterior a 1945. Buen cine el que hace Wes Anderson, dentro de un ambiente onírico, porque al pasado solo se puede volver en sueños. Una hermosa reflexión sobre el paso del tiempo, sobre los amigos que no olvidamos y sobre las personas que, de una u otra manera formaron parte de los que somos. Todo es simple: al final, anciano ya, uno vuelve al lugar donde fue feliz, Y vuelve para recordar. No hay necesidad de más: una escañeta junto a la lumbre, y el relente de octubre fuera, mientras llueve. Recordaba el otro día el sabio Antonio Basanta que "sólo se muere en el olvido". No moriremos mientras haya alguna persona que recuerde lo que fuimos...

No hay comentarios: