30.1.09

La cabra europea y el monte del antisemistismo

He comprado público algunos viernes por la película que regalan. El periódico es malísimo. Lo era con el tal preescolar de director, y lo sigue siendo ahora que ya no está. Pero lo de hoy no tiene precio. Página entera con un tío condenado a doce años de cárcel por colaborar con ETA para secuestrar a un ciudadano. Eso sí, el supuesto periódico presenta al terrorista como abogado. ¿La excusa? el antisemitismo de siempre.

Como ya no pueden montar autos de fe y los pogromos cuadran mal con el ansia infinita de paz, los antisemitas del siglo XXI siguen buscando rendijas por la que vomitar su repugnante odio hacia los judíos.

Los judíos. La modernidad los convirtió en sospechosos.

Gente que no se doblegó a la lógica de las naciones durante los siglos XVIII y XIX. Gente sospechosa por tanto.

Gente se dedicó a comerciar mientras otros rezaban. Gente que se hizo rica.

No verán ni a la Audiencia Nacional, ni a público, ni a la izquierda, llevando acusaciones de genocidio contra Turquía por las matanzas y la destrucción de pueblos curdos. Ni contra Fidel I Castro ni contra su hermano y Delfín Raul I Castro por lo que llevan cincuenta años haciéndole a los cubanos. Ni contra el régimen terrorífico de Corea del Norte, Ni siquiera contra el régimen genocida de Sudán.

Pero sí contra Israel, claro. Son judíos. Y a la cabra antisemita europea le sigue tirando el monte.

  

PS: Los grandes cultivadores de la heteronimia en la modernidad hispánica –Antonio Machado, Fernando Pessoa y Max Aub– fueron de origen judío. […] un cierto escepticismo ante las identidades individuales y colectivas caracteriza a los mejores de ellos.

Juaristi, Jon: “La estrella de la paciencia (notas sobre el marranismo machadiano)” en Juaristi, Jon: Sermo Humilis (Poesía y poética). Diputación de Granada, Granada, 1999.  Página 115.

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