Volver
al cine. Joder, por fin. Estuvimos viendo Looper. En la senda de Origen, y quizá con Terminator al fondo. Una buena reflexión sobre el destino.
Y sobre el concepto
de culpa que puede martillearnos sin piedad. Sobre la necesidad de vivir nuestras
vidas, que siempre son una sola, aunque no seamos capaces de reconocernos en lo
que fuimos hace diez años ni quizá en lo que seremos dentro de diez. Un mundo
de identidades confusas en las que el destino no está nunca escrito
pues, como en un relato de Borges, cada final es en sí mismo un inicio. ¿Qué
pensaríamos de nosotros mismos si nos encontráramos, como en el poema de Pacheco, con aquel que fuimos?
Buen
cine, para echar un domingo en el que la espalda me martilleaba, de nuevo.
PS: el bardo del deefe escribió: “Bajo este invierno me he encontrado por
fin / Al anciano que iba a ser yo.”
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