1.11.12

Un día de Requiem


Hoy sale a la venta el último número del Noroeste. Una mala noticia que pone fin a una aventura, fascinante, un viaje, también a Ítaca, que ha durado seis años. Miro hacia atrás y pienso qué lejano me queda aquel verano de 2006. En todos los sentidos.

El NothWest: un periódico hecho con el corazón para una tierra, la sanabresa, en la que ningún papel sobrevivía al invierno. Una tierra fría, de frontera, donde la letra escrita, más allá de su prestigio, estaba condenada a ser siempre flor de un día.

Un periódico que me enseñó que hay lectores que nos buscan. Y que me confirmó lo que un día me susurró al oído María Zambrano: escribimos para defendernos. Porque no sólo la poesía, como quería Joséemilio Pacheco, es acto de resistencia contra la barbarie. También lo es la escritura.

Pero ha vuelto a pasar. Otra vez. Ya nos pasó en los noventa con aquella voz de Sanabria, que duró apenas un verano y que intentó lanzar al aire Manu el de Cubelo, con un Leteo que apenas duró un verano...

No es (sólo) la crisis del periodismo. Es nuestra crisis. La crisis de un mundo que construimos y que cada vez nos cuesta más reconocer, en medio de este negu gorriak en el que nos hallamos desde hace años.

No es casual que la última oración por el noroeste llegue el día de todos los santos.

O como hubiera escrito aquel pastor luterano: primero se cerraron los periódicos, pero como yo no era periodista, no me preocupé demasiado… 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo te leía, creo

Anónimo dijo...

Duró demasiado. ¿Lo leía alguien?