12.9.14

Leer a Milosz en La Raya

Ha sido un verano con algunos poemas de Milosz. A los poetas se llega en la madurez, eso creo que ahora al menos. El maravilloso poema La caída. Un poeta inquitante. Un hombre de frontera. Un hombre de La Raya, al otro lado de Europa. 

Alguien que nunca quiso hacer de la disidencia una profesión. 

Cuatro versos suyos para recordarnos lo que Eagleman necesita un libro maravilloso de trescientas páginas para explicarnos:


"El fin de la poesía es recordarnos / Cuán difícil es ser una sola persona, / Pues tenemos la casa abierta, no hay llaves en las puertas, / E invisibles huéspedes entran y salen a su gusto".

Milosz.

Uno de los nuestros.

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