Hablando de aquella España vintage. Rematada por fin la Autobiografía de Federico Sánchez, las memorias políticas con las que Jorge Semprún ganó el Planeta en 1977. Un buen libro, escrito con resentimiento, clave para entender el funcionamiento del Partido Comunista durante los años cincuenta y sesenta del pasado siglo XX. Para entender la personalidad de Santiago Carrillo, de Dolores Ibárruri y del resto de figuras del comunismo español (estatal, supongo que dirían ahora) en su época de seguidismo lacayuno de los comunistas rusos. Carrilo, el hombre que como le leí, creo, a Javier Ortiz hace años, se equivocó siempre. Toda su vida.
Bien escrito, quizá demasiado soberbio, pero bien escrito. Con aquel Madrid de los años cincuenta y el piso franco de Concepción Gerónima número 5. La historia de Julián Grimau vista desde dentro, la historia de las huelgas, de la militancia clandestina, de la conmoción que supuso el aplastamiento militar de la Primavera de Praga.
Me gustó más la segunda parte, la despedida de Federico Sánchez, pero merece la pena devorarse ambos... Sobre todo para los que sigan con interés, como es mis caso, el pasado y cada vez más lejano siglo XX
Bien escrito, quizá demasiado soberbio, pero bien escrito. Con aquel Madrid de los años cincuenta y el piso franco de Concepción Gerónima número 5. La historia de Julián Grimau vista desde dentro, la historia de las huelgas, de la militancia clandestina, de la conmoción que supuso el aplastamiento militar de la Primavera de Praga.
Me gustó más la segunda parte, la despedida de Federico Sánchez, pero merece la pena devorarse ambos... Sobre todo para los que sigan con interés, como es mis caso, el pasado y cada vez más lejano siglo XX
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