Rematado el libro de Alejandro Fernández, el líder del PP catalán. Como recordamos hace poco, nos conocimos hace años -muchos-, gracias precisamente a este blog.
El libro está escrito a calzón quitado y se lee de un tirón, algo que se agradece. Me han interesado sus orígenes familiares: no podemos entendernos sin entender de dónde venimos, por eso se agradece el esfuerzo de un político por explicar sus orígenes. Ahí me he sentido reconocido, esa cultura de poder estudiar gracias al aliento y al esfuerzo de los padres, unos padres que se veían reconocidos en el progreso social de sus hijos. Ese mundo periférico; en Asturias el suyo, en Zamora el mío... estas cosas forjan carácter.
Me interesa cuando el libro aborda también lo que significaba -y lo que significa- ser de un partido constitucionalista en Cataluña, y no solo eso, a mayores, un partido de derechas. Ahí es relevante conocer también sus orígenes en política, batiéndose el cobre en Tarragona desde muy joven.
Y tres ideas muy relevantes:
- El nacionalismo no es un partido político, es un movimiento político, que incluye partidos, sindicatos, medios de comunicación, etc. Esto no lo ha entendido nunca el PP, ni en Cataluña ni en el País Vasco.
- Ahora se habla de los muros, pero el origen de toda esta basura de aislar al que no piensa como la izquierda está en el siniestro Pacto del Tinell, auspiciado por el siniestro Rodríguez Zapatero.
- Lo que me ha parecido más brillante es lo que el autor denomina "el error clásico del PP: "esa obsesión en determinados estamentos de la derecha española, por plantear la disyuntiva irreconocible entre los problemas reales de la gente y la batalla de las ideas, no es solo inmoral, sino que es el sueño húmedo de la izquierda: que renunciemos a combatir sus ideas y vengamos a darlas por buenas y a intentar heredar el poder bajo la vaga promesa de una mejor gestión. Es decir, proponerle a la ciudadanía que nuestro proyecto para España sería gestionar mejor el del PSOE que el propio PSOE."
En fin, por discrepar en algo, no tengo tan claro eso de que el "nacionalismo moderado no existe." He conocido a catalanistas de derechas que no son indepes, pero ya digo que no sé si son una rara avis o no...
Un buen libro, en cualquier caso. Un soplo de aire fresco en un país, el nuestro, en el que los políticos no escriben libros. Y cuando lo hacen, en realidad se limitan a firmar para cobrar deudas atrasadas....
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