15.11.07

Impuestos y mentiras

Tengo llorado desde hace años que en España los políticos liberales son cuatro y que, cuando llegan al gobierno, les entra el virus democristiano y de lo dicho, nada. Por eso, me parece un magnífica noticia que el gobierno de Esperanza Aguirre haya decidido una bajada de impuestos.
Aún no tengo claro (soy así de raro) si a la presidenta hay que meterla en el ala liberal del pepé (tampoco que exista ese ala, pero es otro cantar). Lo de los
derechos de imagen con el dinero de telemadrid, y la propia existencia de telemadrid me mantienen alerta ante ella. Pero es de justicia reconocer lo que hace bien.
Vivimos en un mundo de socialistas en y de todos los partidos. Asumimos como normal que la Administración se considere con legitimidad para quitarnos una parte de lo que ganamos con nuestro esfuerzo para repartirlo según su criterio. Esto no tiene porqué ser así. El dinero donde ha de estar es en el bolsillo del contribuyente, ya que su racionalidad para gastarlo es infinitamente superior a la de los políticos y funcionarios (créanme, sé de lo que hablo). Así que una cosa es que nosotros paguemos para sustentar ciertos servicios que el mercado no puede proveer (vg. la defensa), y otra que tengamos que pagar medios de comunicación públicos, campañas de propaganda o, igualmente, la existencia de cientos de miles de puestos de trabajo sin ningún valor añadido real para la sociedad.
La bajada de impuestos de Aguirre es tímida. Un punto en el tramo autonómico del IRPF. En cuanto al confiscatorio Impuesto sobre el Patrimonio, se ponen las bases para conseguir su desaparición.
Respecto al primer punto, en dos tardes de economía te enseñan la famosa
Curva de Laffer (a Ford se la explicaron en una servilleta), así que tampoco insistiré mucho sobre el tema. Con menos presión fiscal, el incentivo para defraudar es menor. Esto lo sabe hasta un niño de primaria.
Respecto al de
Patrimonio, su propia existencia es un horror y debería estar sancionado. En vez de incentivar a que la gente se enriquezca, el mensaje que se manda es: si usted gana mucha pasta, además de pagar por el irpf le meto otra buena ostia a través del de Patrimonio.
En fin, la noticia se une a la buena nueva de la desaparición del de Sucesiones. Otro atraco a mano armada.
Así que enhorabuena a los madrileños. Qué se puede esperar de un país y de unos políticos que entienden la “participación ciudadana” como una concejalía.


PS: El individuo pierde su identidad en el estado de servidumbre; se impone el pensamiento grupal, que aporta diferentes comportamientos psicológicos. Libera a individuo de la responsabilidad de las decisiones sociales y éticas. Incluso si una persona se encuentra frente a ejemplos evidentes de escandalosa injusticia, hay distintos modos de racionalizarlos […]
Laqueur, W: Stalin. La estrategia del terror. Ediciones B, Barcelona, 2003. Página 267.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias a la bitácora Almendrón, que ha localizado este video en Youtube.

Os dejo el enlace. Vale la pena.

Trata sobre un tema, muy, pero que muy de actualidad. Totalmente visualizable delante de cualquiera, no es porno, ni chorrada :P

http://es.youtube.com/watch?v=VH-l7B5IuWI

Unknown dijo...

No entiendo qué necesidad había de meter a la Curva de Laffer en todo ésto.

Quizá a un niño de primaria le pueda parecer sensato que al bajar los impuestos se recaude más porque se defrauda menos, puede ser, pero lo que a muchos profesionales de la economía les parece es que, en la práctica, esta teoría (muy efectista por su sencillez) ignora los aspectos dinámicos de las reducciones fiscales y además no dice nada sobre a partir de qué tipo comienza la zona de sobreimposición (¿50%? ¿90%?).
¿Cree usted realmente que, con una presión fiscal cuatro puntos por debajo de la media de la euro-zona, una reducción del 1% en el tramo autonómico va a provocar un incremento en la recaudación vía Laffer?. Probablemente la recaudación aumente, pero lo hará debido a que el aumento de la base imponible provocado por el crecimiento económico compensará la reducción de recaudación originada por el menor tipo impositivo.

Acabo de leer lo que he escrito y menudo tostón que he soltado. Resumiendo, que Aguirre baja el IRPF, bueno, pues vale, pero no lo adorne con el papel de regalo de Laffer que ni hace falta ni es del todo cierto.