26.6.12

Años de plomo, los que vendrán


No entender lo que ocurre. Asumir que la batalla de la libertad se puede perder, no una, sino mil veces. ETA volvió a las instituciones.  Y a su gente les damos dinero para que se protejan contra ellos. Hermoso contrasentido. El País Vasco era, hasta hace tres años, el único lugar dizque democrático del mundo en el que la policía protegía a la oposición y no al gobierno.

Todo es dinero. Jaime Mayor lo vio enseguida. Ahora habrá pasta para hacer hagiografías de los asesinos. Dinero público. Dinero pagado por las víctimas.

Pero lo más aterrador son los sondeos. La herencia de Zapatero. Los herederos de los asesinos sentaditos como segunda fuerza política en el Parlamento; con el tal López y el matratador Eguiguren peleando por que les dejen una Vicepresidencia y dos o tres consejerías. Es el resultado de tantos años de dejación, en los que el Estado no cumplió con la tarea principal de proteger a sus ciudadanos y garantizarles el derecho a la vida.

Ahora, todos tan jatorras, un rato de charla y aquí no ha pasado nada… La podredumbre moral de la vida pública del País Vasco no tiene fondo. Ni límite.

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