El
titular
terrorífico que muestra nuestra idea de la política. Zoido acepta.
Aceptar conlleva un sentido heroico de la acción, un sacrificio. Implica no
haber buscado. La transversalidad de los políticos: la abnegación. También
Bono hizo un sacrificio en el año ochenta y tres para desbancar a Fuentes.
El
titular no es Zoido pide, Zoido maniobra o Zoido busca. No, acepta.
Disciplinado. Humilde. Con esa estética mitad monje mitad soldado con que
nuestra lamentable casta política se imagina a sí misma cada noche al irse a la
cama. El relato que subyace al titular es algo así como: “iba un día por la
calle y todos los secretarios provinciales lo asaltaron mientras entraba en el bar a desayunar: joder, tienes que ser tú, nadie cómo tú,
porfi, porfi, no te niegues, venga, hazlo por nosotros…”
Así
nos construyen la realidad. Con sus neolenguas.
Alguien
debería volver a leer a Klemperer.
O mejor aún, a Alberti en eusquera; porque, aunque ellos no lo sepan “Hil ezinak dira hitzak izan arren zaurituak”
PS: La prensa recogía, aquel sábado de 1983: “Según declaraciones del propio José Bono, en
un principio desestimó la propuesta de la ejecutiva federal de ser nombrado
candidato, pero después de tres días de reflexión ha decidido aceptarla,
haciendo constar la carga y el sacrificio personal que ésto supone para
mí". Asimismo ha declarado que no ha movido ni un solo dedo por ser
propuesto para presidenciable”
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