7.5.25

Todo pasa y todo queda

Esto de Quintano, sobre Marquard y la continuidad

El filósofo Odo Marquard nos enseña que en el mundo moderno y sus rupturas de la continuidad lo que necesitamos es una compensación del cultivo de la continuidad.

–Los niños muy pequeños nos muestran cómo funciona este cultivo de la continuidad. Cuando se enfrentan con éxito al mundo, nuevo y extraño para ellos, llevan consigo una última reserva del mundo en que confían: sus osos de peluche.

Cree Marquard que allí donde la realidad cambia cada vez más deprisa y se torna extraña, también los adultos necesitan tales «transitional objets», es decir, osos de peluche. Él los ve en los clásicos. Cuanto más rápidamente se convierte el futuro, a la manera moderna, en lo nuevo (lo extraño) para nosotros, tanta más continuidad y pasado debemos llevar con nosotros al futuro (como quien lleva un oso de peluche), y para ello tantas más cosas antiguas debemos indagar y cultivar: la época de los vertederos y la eliminación de residuos es al mismo tiempo la época de los depósitos de veneración, la época de los museos.

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