Me acerqué hace meses a ver la de Sorolla en la Galería de las Colecciones Reales. Siempre deslumbra y siempre te reconcilia con la vida: un hombre feliz enamorado de su familia.
Aprendí lo que es un comodato, que cosas. Y me fascinó el Boulevard de París, el cuadro perdido que nunca se había expuesto:
Una delicia...
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