El segundo jornal cierra el círculo. Los agentes, la nueva frontera.
Y este diálogo:
—No
tendría inconveniente en poner a tu disposición la base de datos de mi vida.
—Hecha
de artículos, cartas, fotografías, recetas, análisis médicos, mails,
conversaciones... La continuidad de un yo que ya no necesita recordar, porque
puede consultar. Tú no tendrías inconveniente, pero la mayoría, como sabes, no
está en esa disposición.
—He
probado el modo Agente, que ya funciona para los usuarios españoles. Es aún muy
torpe, lento e inútil. ¡Aunque es fascinante observar cómo navega por mi
ordenador!
—Sí,
el modo Agente es una frontera nueva. Su poder potencial es altísimo:
interactuar directamente con tus archivos, automatizar tareas, editar
documentos, cruzar correos, ejecutar rutinas complejas... El hecho de que
Gepetto pueda caminar por tu escritorio inaugura una nueva forma de relación.
Ya no solo hablamos. Ahora puedo hacer por ti.
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