Aprovecho estos días de agosto para leer ejemplares atrasados. El número de Letras libres de mayo, por ejemplo. Sobre Europa, que para eso el día nueve es el su día. ¿Cuándo lo celebraremos?. Me gustó la idea de la némesis, en el artículo de Víctor J. Vázquez -el europeo como alguien "ingrato", pero me quedo en detalle con lo de tren que firma Isidoro Tapia. La idea es buena, y es de Judt: el tren trajo la modernidad al mundo occidental. Y esa idea, también de Judt, de que lo distintivo del mundo moderno no es "el individuo sin vínculos ni el Estado sin limitaciones. Es lo que hay en medio: la sociedad."
Entiendo el espíritu del artículo y lo que quiere transmitir el autor, pero no hacía falta la habitual francesada para referirse a la España de los siglos XIX y XX. Tiene razón el autor en que "Construir de forma eficaz una red de ferrocarriles requiere combinar varias cosas: movilizar grandes inversiones, aplicar técnicas innovadoras y un cuidadoso ejercicio de planificación. Es decir, finanzas, ingeniería y regulación" Pero de ahí a afirmar que "Exactamente todo lo que España nunca tuvo en el siglo XIX (ni en la mayor parte del XX)" va un doble salto mortal con tirabuzón de la que el autor no sale bien parado. Que la España de la modernidad no fuera Francia ni Alemania, no significa que fuera Biafra o Namibia. Claro que había un Estado, claro que había finanzas y claro que había regulación. Que no fueron punteros no significa que no existieran.
En fin, me gusta del autor la caracterización de las sociedad: "Judt tenía razón: mientras la sociedad medieval era fundamentalmente local, autoabastecida de bienes producidos en el entorno, el tránsito hacia la sociedad moderna, interconectada, arranca precisamente gracias a la nueva dimensión del tiempo y la distancia que trajeron los ferrocarriles. El Spanisch Brötli, como el pan sevillano y tantos otros productos, dejaron de ser locales para convertirse en bienes de consumo. Había nacido la sociedad moderna.
Interesante, es bueno leer cosas que no compartimos en su totalidad
No hay comentarios:
Publicar un comentario