25.1.06

Reivindiquemos la Memoria histórica

Pilar Rahola, en aquel entonces diputada de Esquerra a Cortes, presenta una proposición no de ley sobre la devolución a la Generalidad de Cataluña de la documentación de Salamanca. La proposición se debate en el Congreso el 14 de junio de 1994. Puede consultarse el Diario de Sesiones de aquel día para seguir de un modo más vivo el debate, que se encuentra recogido en las páginas 3952 y siguientes.
Tras su exposición, los grupos empiezan a fijar su posición, CiU, Izquierda Unida y el PP. Finalmente, le toca el turno al grupo parlamentario que sustenta al gobierno en aquel momento, el PSOE.
El papelón le toca al señor Caldera, actual ministro de Trabajo (pág. 3957 y ss.). Me limitio a reproducir, literalmente, algunas de sus afirmaciones.
Sigan leyendo que no tienen desperdicio.
Esto es lo que vale la palabra del señor Caldera. Debía tener entonces el mismo criterio que ahora, es decir, ninguno:
  • No puede, creo yo, en modo alguno compartirse que la simple devolución de un documento constituya reparación alguna o cierre de heridas. Ello haría, señorías, imposible la misma existencia de archivos, así como la conservación de la memoria colectiva de un pueblo, en este caso por acumulación, como indicó el señor Trocóniz [...]

  • Razones técnico-documentales, que son muy importantes. La clasificación en series de esta documentación atendía, en primer lugar, a la ciudad o lugar de incautación, produciéndose mezcla de la misma y constituyéndose un segundo principio de procedencia. En base a ello, no es posible, aunque quisiéramos, determinar con exactitud cuántos proceden realmente de la Generalitat de Cataluña.

  • Esto significa que debe considerarse un fondo único, con todo lo que ello supone para la función investigadora. Al formar unidad documental, debe mantenerse de acuerdo con los principios básicos de la Unesco y el Consejo Internacional de Archivos. Aquí entra en juego ese gran principio de patrimonio común, que se aplica -ya se ha dicho también- incluso para los casos de sucesión de Estados, a efectos de prevenir aquella posible pérdida de valor que la división de los documentos, la división del fondo documental, desde el punto de vista administrativo, jurídico, etcétera, pudiera acaecer si éstos se dividieran.
  • En todo caso diré que un archivo, como parte de la memoria colectiva de un pueblo, aun cuando contenga secuencias de hecos luctuosos a superar, que nunca a olvidar, debe radicarse -repito como unidad, por todas estas razones, en un solo sitio. Creemos en este caso que, por las competencias descritas, este lugar debe ser la ciudad de Salamanca.

Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 301; a favor, 35 (mixto, ciu, iu y pnv) ; en contra, 266 psoe y pp).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Dice el proverbio: "El hombre es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras".

De momento no le ha costado mucho a Caldera mantener su jeta. Por dignidad propia debería haber dimitido, pero qué cómodo se está en el sillón de ministro ¿verdad?.

Anónimo dijo...

Quien le iba a decir a Caldera, cuando realizó aquellas declaraciones (tb he escuchado algo en la Cope), que iba a terminar como ministro.....