18.10.07

Al hilo de las banderas

Me interesan poco las banderas. Entiendo que el pepé, por motivos electorales, tenga que agitar la bandera nacional para ponerse a buscar votos. Entiendo menos la rabieta del pesoe. Si no tienes bandera, qué más te da que los demás agiten la suya. Y no entiendo nada las reacciones de los nacionalistas incruentos. Manda cojones que hable de nacionalismo rancio alguien de la esquerra o de aralar. En la adolescencia descubrí que atacar a un nacionalismo (el español) desde otro (el catalán) es hacer el ridículo. Todos los nacionalismos son un espanto; se basan en visiones distorsionadas del pasado aderezadas de chauvinismo barato y de explotación por parte de las élites políticas. España no es una excepción. En este caso, además, conviven un nacionalismo desprestigiado y sin apenas presencia mediática (el español) con nacionalismos de campanario, trabuco y aldea, a cual más ridículo (el catalán), más racista (el vasco) o más estrafalario (el gallego).
Por eso a mí lo que me interesa de Ciudadanos y de la gente del pepé en Cataluña es su carácter de no nacionalista, no su carácter de nacionalista español. Ya sé, ya sé que para algún nacionalista que me lea eso es imposible. Para este hipotético y sin duda despistado lector, los seres humanos somos como las vacas: se nos puede clasificar y marcar en función del establo en el que nacimos. Malas noticias amigo. La identidad nacional es una identidad puramente subjetiva (Franco era gallego), histórica y que, en algún momento, será sustituida por otra. Nuestros tatarabuelos eran católicos y ahora nosotros somos españoles. Vaya usted a saber lo que serán nuestros nietos.
Así que, en fin, todo mi respeto a la bandera de España, y todo mi respeto a las banderas de las Comunidades Autónomas. Pero no me las hagan agitar, que me aburro.


PS: Es menester hacer notar que la nacionalización de la población no era un fenómeno ni natural ni muchos menos irreversible, sino que se trataba de un proceso de adoctrinamiento y disciplinamiento social con unos actores perfectamente determinables. […] lo que resulta importante destacar es que las pretensiones de nacionalización de la vida pública no eran ni mucho menos un deseo anhelado por las masas populares.
Sosa Wagner Francisco y Sosa Mayor, Igor: El Estado fragmentado. Modelo austro-húngaro y brote de naciones en España. Editorial Trotta, Madrid, 2007. Página 120.

2 comentarios:

Los Plomez dijo...

Propongo entonces que como dan igual los símbolos, en las Fiesta de Puebla de 2008 los de las camisetas amarillas se pongan las verdes y viceversa... ¿o eran rojas?...

Anónimo dijo...

En lo fundamental de acuerdo con usted...como decía el loco del Clot en su canción "he modelado una bandera que como todas las demás es para quemar" o como contestaba el gran Rick-Bogart a la pregunta del Coronel Strasser-Veidte sobre cual era su nacionalidad: Borracho.

Un saludo

PS. Más post como éstos y cierras el chiringuito por falta de polémica y polemistas ;o)