4.2.13

Ambiente tóxico


Toda esta podredumbre. Toda esa lujuria por el dinero. Todo este afán desmedido, esa necesidad inacabable de acumular  dinero. Ese Bárcenas, este Pujol, aquel Mulas…
Esas respuestas, a medio camino entre el desdén y el desprecio a la prensa canallesaca.

Es una lucha de clases, me decía mi respetado y admirado Batera, pero ya no es entre obreros, sino entre los que están en la casta y los que no. Se conocen entre ellos. Se defienden entre ellos. Y los demás pagamos. Y miramos.
Donde hay obras, las palabras sobran.

El problema es que el bajísimo nivel de ejemplaridad de toda nuestra vida pública, desde la  tonadillera hasta el torero pasando, claro, por el que piensa, es sólo un reflejo del bajísimo nivel de ejemplaridad de nuestras vidas privadas. 

Nuestro drama es darnos cuenta de en qué medida todos consideramos que el modelo gorrón (que otro haga, que yo me aprovecho) es socialmente licito para los casos en los que los gorrones somos nosotros...

Así nos va.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy acertado en lo expuesto!

Anónimo dijo...

asi esta el paro. Asi va todo. Asco dan

Anónimo dijo...

Ahorramos en cerillas para gastar en tabaco. Nos asfixian como simples vasallos para poder seguir malgastsndo en cargos a dedo.
Malditos sean. De ahi no recortaran, no. Al final, nos convertiran en extrremistas a todos, hartos de ser.pacientes.
Joao

Anónimo dijo...

Es un reduccionismo pensar que todo lo malo que pasa en España es por falta de ejemplaridad.

Qué vamos esperar de un país donde se baten récords de consumo de cocaína, donde todos los meses se detienen personas con porno infantil, donde la segunda causa de mortalidad entre los jóvenes es el suicidio...

¡Abrid los ojos! La crisis no es sólo económica y de corrupción. Es muchísimo más profunda y las soluciones también han de ser así. Grandes males, grandes remedios.