Para leer en detalle la entrevista a la periodista Nathalie Olah en La Lectura. Varias reflexiones de interés: no creo que la relación del gusto con clase sea moderna, ni creo que solo ahora tenga relación con lo laboral. Aún así, es difícil ponerle un "pero" a esta reflexión: "El viajero que va en el metro no decodifica igual a alguien
que lee The Wall Street Journal que a otro que hojea El jueves. Igual que el
reclutador que debe decidir quién ocupa esa apetecible vacante en su empresa
optará siempre por el candidato que está a centímetros del canon mainstream que
por el que hace con él un gurruño.
También es incisiva la deriva de cómo se propaga el buen gusto: de la pintura blanca de las paredes al estilo austero que popularizó Jobs, pasando por la industria de la comida orgánica.
Una lectura necesaria
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