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10.12.16

Renoir en la intimidad

Nos acercamos, Madrid es esto, a ver la exposición de Renoir en el Thyssen. Me gusta el formato que utiliza el museo para estos eventos. Un recorrido comisariado por Guillermo Solana sobre el Renoir más cercano, aquel que quería entrar en los cuadros. Pasan los años y me siguen fascinado los impresionistas. Luego nos dimos un paseos para revisitar la colección permanente. Un buen recorrido por el canon de la pintura occidental, con una buena presencia del XIX y del XX y un Hopper maravilloso. La cercanía al Nacional del Prado oscurece una colección que podría brillar en cualquier otra ciudad....

16.4.14

David y Goliat (I)

Rematé, insistencia de Mi General, el ensayo David y Goliat, de Malcom Gladwell, un interesante y provocador análisis de cómo, en ocasiones, enfocamos mal los problemas y vemos debilidades donde puede haber ventajas. Escrito a la manera norteamericana, el autor no demuestra todo lo que plantea, pero aún así sus reflexiones son interesantes y permiten un diálogo sereno con ellas. A veces, damos por supuestas cosas sobre las que no hemos pensado. Es inevitable. Un ejemplo: resulta que quizá es mejor ir a una clase con muchos niños que con pocos, quizá resulte que tener dislexia no sea una catástrofe o que no ir a la Universidad, o ir a una mediocre, no es el fin del mundo si sabemos enfocar bien la situación. Una de las enseñanzas es que, por ejemplo, tener mucho dinero puede ser disfuncional a partir de un determinado momento (momento que se acerca más a los cien mil euros que a los dos millones).

Es bueno el ejemplo de los impresionistas, aquel grupo cuyo liderazgo ejercía Camille Pissarro y que, para mediados de la década de los sesenta del XIX vivían en la marginalidad parisina, fuera de los círculos oficiales de arte, y acabaron tomando la decisión de inventarse su propio estanque ya que el gran estanque de la cultura oficial, el Salón, no los aceptaba. 

Todos conocemos el resultado

19.1.14

Un par de exposiciones...

Madrid es entrar en una exposición y descubrir cosas por las que no habías preguntado. El otro día en la Fundación Mapfre, sin ir más lejos. La exposición sobre Macchiaioli. Ni idea de quienes eran. Ni siquiera había oído hablar de ellos. Nunca. Y yo que me tengo por una persona culta. Realismo impresionista en la convulsa Italia de los años centrales del XIX. La pintura que abandona el estudio y sale a la vida. Y a la política. Un fascinante conjunto de pintores adelantados en cierta medida al impresionismo.

Me acerqué también a ver la exposición sobre la España contemporánea: fotografía, pintura y moda. Un retrato fascinante de lo que fuimos. Esas fotos. Aquella España. Y, también, esas voces (Azaña, Largo Caballero, Franco…) por la radio. Mapas, vestidos, modas. La finitud de lo que somos. La necesidad de aprovechar el tiempo que tenemos.  


Buenas exposiciones, las de la Mapfre…

20.9.13

Jacobo Camilo Pizarro; uno de los nuestros

Hay algo revolucionario en el impresionismo. En esa nueva forma de mirar el mundo que, en realidad, estaba ya en el Greco, como me enseñó hace muchos años el maestro Fuentes. Hay algo revolucionario, digo, y yo siempre he mirado con pasión a los heterodoxos.  Fuimos a ver al padre de todos ellos, aprovechando que se quedaba unos meses en Madrid. Uno de los nuestros, en el fondo. Un Pizarro rayano, de Braganza en realidad. Aunque su padre marchara la judería de Burdeos porque allí había también otros marranos como él. Aunque la historia lo conozca ahora por su nombre en francés: Pisarro. 

El Thyssen hace bien las cosas: exposiciones justas. El recorrido, a veces, nos lleva a nuestra Senabria rayana, como cuando paseamos por el huerto en Éragny. Pero son sus cuadros urbanos lo que más me fascinan: en Ruan, en El Havre y sobre todo en París, donde su vista de la calle Sant Honoré es uno de sus mejores momentos como artista. El hombre del campo que llega a la ciudad. con esa fascinante línea de fuga al final. Hay cosas que sólo el arte es capaz de transmitir...

Bienvenido a casa, maestro.