A lo largo del viaje del Drina al Vístula arribo a Rumanía, la patria para mí de Mihail Sebastian. Me cruzo con Cartarescu ¿Por qué algunos tienen derecho a la normalidad y la modernidad y otros solo a una historia pintoresca? ¿Por qué nos ahogan siempre en el Sena, en el Támesis o en el Potomac con Ceaušescu atado al cuello?
Ana Blandiana, en fin, hija de un enemigo del pueblo y la mujer que puso en marcha, junto a su marido Rómulus Rusan, el Memorial de la víctimas del comunismo y la resistencia.
El que visité en otra vida en Sighetu Marmatei.
Ese mismo.
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