Esto de Fátima Ruiz sobre el sentido último del periódico: "Los viejos periódicos de papel eran empresas dedicadas a doblar y planchar la realidad para meterla en cajones ordenados, tabicarla en columnas y compartimentarla en secciones -Opinión, Nacional, Cultura- como departamentos de unos grandes almacenes donde se vende el universo por parcelas. Siguen siendo así. Empeñados en permanecer en un siglo fugaz, atrapar significado entre una multitud de fogonazos de existencia e imprimirlo antes de que se lo lleve el torrente diario de sucesos."
Y, aún así, hubo un día en el que "no pasó nada". Qué lejano aquel 18 de abril de 1930...
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