23.5.06

Auto de Terminación

Al hilo de lo que ha ocurrido en Montenegro, algunas reflexiones sobre el controvertido derecho de autodeterminación.
Como concepto, la autodeterminación es un desastre, propio de la ingenua izquierda norteamericana de la primera mitad del siglo XX. Por algo la ONU sólo la contempló para casos de colonización evidente. Veamos la situación. En Montenegro se convoca un reférendum para separarse de Serbia. Gana el sí obteniendo un 55,4% de los votos. Ya está. Se preveía que, en caso de salir no, la consulta se repitiese en tres años.
Ahora yo me pregunto. ¿Es que los montenegrinos sólo se autodeterminan si sale el sí? Porque lo más honesto, para los que crean en estas cosas, es volver a celebrar un referéndum dentro de tres años igualmente, por si han cambiado de opinión y quieren volver a Serbia. Pero eso no pasará. La autodeterminación es un concepto tramposo que sólo finaliza con el sí, como están
pasando en Quebec. Todos los referéndums no han servido para nada. Cuando salga el sí, no volverán a preguntar. Así funciona la lógica democrática de los nacionalistas.
Y otrosí. ¿Por qué si en un ciudad, digamos, o en una provincia, el resultado el mayoritariamente contrario,( digamos un 90%), hay que entender que la opinión de esta gente no vale y ha de subsumirse en la del conjunto de los ciudadanos? ¿Por qué?

Ayer, buena comida y larga sobremesa con buenos e inteligentes amigos: Oscar, Jesús y Rogelio. Fue curioso. Los de izquierdas se han vuelto realistas a la hora de encarar el proceso éste de diálogo con una organización terrorista. Vivir para ver.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

El único derecho realmente importante a la determinación es el que los políticos nunca dejarán ejercer: el derecho a la determinación individual.
Zuppi

Anónimo dijo...

Tampoco las competencias se devuelven de las comunidades autónomas al Estado. Y ningún país que se independiza quiere volver al antiguo Estado, es verdad. Por algo será, hay cosas que no hay que explicar, y la libertad es una de ellas. Precisamente, si sois demócratas, deberíais permitir que los vascos, o los catalanes, o los gallegos, viviesen durante un tiempo independientes, y luego decidiesen si volvían a sumirse en España, o si tenían una relación federal, o si permanecían en la independencia. El problema es que con una semana bastaría para que nunca quisieran saber nada más de España. El problema es que la democracia no os importa a los neocons.

El Perdíu dijo...

Siempre me hace gracia cuando me bautizan (ahora soy neocon, al que no le importa la democracia; vivir para ver). Estoy acostumbrado, es una feliz manía de la izquierda y de los nacionalistas.
En fin, vamos por partes. Para tu desgracia, te informo: sospecho que los vascos, o los catalanes, no existen. Como tampoco los españoles, vaya. Son felices abstracciones que construyen los nacionalistas. Ya se sabe, el irlandés, católico, y luego vas y te encuentras a Joyce. En fin, la vida tiene esas putadas. Lo que hay son ciudadanos..
Pero bueno, suponiendo que los gallegos existieran, el problema de la autodeterminación no es irse una semana, es qué pasa con los que no quieren irse. Porque, aunque te parezca increible, hay vascos, o catalanes, que se sienten españoles. Ya sé, ya sé qué es difícil de entender, pero la realidad es tozuda.
Por eso en las sociedades complejas y plurales (Europa es más compleja que España, España lo es más que Cataluña, Cataluña lo es más que Gerona...) están más protegidos los derechos de los ciudadanos como tales ciudadanos, no como pertenecientes a esas entelequias fascistas que llamáis pueblo.

Pedro dijo...

Entelequis fascistas.
Los simpatizantes del franquismo (¿A que jode?)tendríais que aprender a hablar sin insultar.

El Perdíu dijo...

¿?

Trajano dijo...

Estimado el perdiu :

Con todo respeto por su punto de vista (respeto que evidentemente no poseen algunos que prefieren insultar a dialogar) deseo transmitir algunas reflexiones sobre el tema de naciones y nacionalismos :

- Para un extranjero residente en España, aún tratándose de un descendiente directo de españoles como es mi caso, resulta sorprendente la crispación que aquí existe sobre este tema, lo que no aparece como lógico en un país democrático.

- No creo que la autodeterminación sea un desastre; sin duda fue una bandera de la "ingenua izquierda norteamericana de la primera mitad del siglo XX" pero en realidad está en la esencia del liberalismo, comenzando por la autodeterminación del individuo.

- Del mismo modo que no soportaría que un hijo mío mayor de edad estuviera obligado a mantener relaciones de afecto conmigo si no es ese su sentimiento, considero que el gobierno español, en representación de la sociedad española en su conjunto deberían convocar un referendum en Cataluña, Galicia, Canarias o en cualquier otra región del país en las que hubiera un porcentaje importante de ciudadanos que apoyara partidos nacionalistas.

- Deseo aclarar que si yo pudiera votar en un referendum de ese tipo, lo haría a favor de la unidad de España e incluso mi punto de vista es que el Estado español se ha desentendido, transfiriéndolas a las comunidades autónomas, de competencias que no debería haber delegado, sobre todo en educación. Sin embargo, en caso de que la opción separatista fuera mayoritaria, ¿qué autoridad moral existiría en mantener la unión de un país, en contra del pensamiento de una parte de sus ciudadanos?

- Considero que lo anterior no es aplicable al País Vasco, por el estado de violencia y amedrentamiento que en él impera. Sin embargo, el referendum de autodeterminación sí podría ser un ofrecimiento a futuro (Pedro J. Ramírez propone un período de 20 años) siempre y cuando el fin de la violencia y la entrega de las armas fueran definitivos.

- Creo firmemente que la estrategia que utilizan la mayoría de quienes defienden la idea de España unida es incorrecta, lo que me entristece porque también esa es mi posición. No se puede dejar en manos de los separatistas el arma dialéctica de "tienen miedo de que el pueblo se exprese". Por el contrario, hay que confiar en la ciudadanía, informarla bien de qué ganaría y qué perdería con una secesión y confiar en su inteligencia.

- Lo contrario es inconducente no ya en el largo plazo, sino en el mediano. Veamos si no lo que ha pasado con una constitución europea que a mi juicio era un paso adelante y que yo hubiera votado favorablemente, la cual fue derrotada en las urnas de dos países fundamentales, en gran parte por el aislamiento y la imagen de soberbia de los políticos de Bruselas.

- Finalmente, tampoco es verdad que la autodeterminación conduzca irreversiblemente al cantonalismo. Por el contrario, Europa ha protagonizado el fenómeno de unión y transferencia de competencias a un organismo supranacional más exitoso, desde sus comienzos en los muy educados países del Benelux y siempre por medios impecablemente democráticos. Por el contrario, las que no se han podido sostener han sido entidades artificiales conformadas en contra del sentimiento de la población, como Yugoslavia o la Unión Soviética. No puedo imaginar que ese vaya a ser el caso de España.

Trajano de Itálica

El Perdíu dijo...

Trajano, algunas reflexiones a raiz de las suyas.
Lo que intento señalar es que, más allá de la autodeterminación individual, no hay nada. El desastre fue atribuir un atributo personal (derecho a estar donde quiera) a un colectivo. Y los colectivos nunca son homogéneos, excepto, claro está, en el caso de una colonia.
No hay soluciones mágicas. Cuando en un Estado democrático y moderno, una parte de los ciudadanos se imagina de otro país diferente al que se imagina el resto, lo mejor es que todos cedan. Te pongo un ejemplo, que quizá no conozcas. En el País Vasco, la población está dividida más o menos a la mitad entre los que se imaginan españoles y los que se imaginan vascos. Si el 95% de los vascos se imaginara sólo vasco, serían independientes desde hace siglos. Como no es así, todos ceden. Fíjate si se cede que la bandera del país vasco, es la bandera de un partido político (como si el pepé hubiera impuesto una bandera con gaviota o similar), y el himno, el gora ta gora, es el himno del pnv. Si eso no es ceder...

En fin, creo que los derechos de las minorías están más protegidos en yugoslavia que en Croacia o Serbia, y que los están más en la Unión que en España. De eso se trata. Pero si una sociedad, de forma abrumadoramente mayoritaria (¿95%?) quiere la independencia, no hay tanques que lo frenen...

En fin trajano, y aqui mi última discrepancia. Los que defienden la autodeterminación, sólo conciben que el pueblo se ha autodeterminado cuando sale la opción que ellos han elegido. No antes. Y no después. A los hechos me remito...
Un saludo

Anónimo dijo...

Y en esto llegó el Mundial y a cada ciudadano individual le toca por sorteo un equipo a quién animar. A mi me ha tocado Trinidad & Tobago.

Este año no gano. Claro que peor hubiera sido que me tocase Serbia con el follón de vestuario que tendrán ahora.

;o)

Trajano dijo...

El perdiu, reflexiones sobre las reflexiones :

- Coincido con ud. en que los colectivos nunca son homogéneos, aunque me sorprende su anexo "excepto, claro está, en el caso de una colonia". Pocas construcciones humanas han sido menos homogéneas que una colonia. Los ejemplos son innumerables : la disgregación de la India en 3 países, las artificiales fronteras africanas, etc. Más aún, en procesos de descolonización muchas veces han existido grandes núcleos de población que preferían continuar formando parte de la metrópoli, como los pieds-noirs argelinos o los ejércitos realistas del Alto Perú, formados casi exclusivamente por soldados indígenas. Aún en la actualidad, para sólo citar un caso, Mayotte continúa aferrándose a su condición francesa y no desea por nada del mundo integrarse en la muy "independiente" Unión de las Comores. Le sugiero reconsidere este punto.

- Coincido también con ud. en que no hay soluciones mágicas y que lo ideal es que todos cedan. Del mismo modo que en el país vasco la bandera y el himno son los del PNV, en varios estados del sur de Estados Unidos la bandera reproduce casi exactamente la de la derrotada Confederación, sin que por eso Mississippi o Georgia estén pensando en independizarse.

- No coincido con ud. en que "si una sociedad, de forma abrumadoramente mayoritaria quiere la independencia, no hay tanques que lo frenen". Lituania, por poner sólo un ejemplo, estuvo sojuzgada por los tanques rusos durante décadas. Tampoco estoy de acuerdo en el porcentaje que sugiere. Creo que si quienes desean mantener la unión no superan un 30 % la separación es inevitable, porque el estado central carecería de autoridad moral para administrar ese territorio.

- Si bien coincido en que algunos sedicentes autodeterministas locales en el fondo sólo desean la separación "como sea" (frase al gusto de Zetape) podemos encontrar mejores ejemplos fuera. Los independientistas quebequenses han logrado se realizaran dos referendums para separarse de Canada; en ambos la unión triunfó por muy poco pero los derrotados continuaron su prédica sin formar ninguna Kale Borroka o Terra Lliure. También hay países jóvenes de los que se puede aprender algo.

- Finalmente, estimado el perdiu, como ha comenzado su último mensaje tratándome de ud. y por el camino ha pasado al tuteo, le expreso que considero un honor el trato familiar por parte suya, aunque por el respeto que me merece su producción intelectual continuaré por mi parte con el trato original salvo que ud. prefiera lo contrario

El Perdíu dijo...

Trajano, los cambios del respeto al tuteo son fruto de escribir a toda velocidad y a salto de mata entre informe y proyecto.
Comentarios
- tiene razón en lo de la colonia, tal y como lo explica. Cuando lo he escrito estaba pensando más en países del África negra e ignota (Mali, Senegal, Uganda...) en los que era evidente que no había una identidad compartida entre unos y otros. Pero, efectivamente, el asunto es más matizable de lo que parece a primera vista.

- Respecto a Lituania, cierto, pero me estaba refiriendo a países democráticos, no a dictaduras totalitarias. Me refiero a que, cuando en un Estado democrático una parte ampliamente mayoritaria quieres cambiar, no hay tanques que lo eviten (de hecho, eso pasó en la Unión Soviética cuando la dictadura comunista feneció).
El porcentaje es sólo una idea. Me refiero a que es una barbaridad cambiar de estatus jurídico por la mitad más uno de los votos...

- Es cierto que en quebec, los nacionalistas francófonos no han recurrido (aún) a la cale borroca, pero yo voy al fondo de la cuestión, no a sus manifestaciones. Es una impostura intelectual, porque en cuanto ganen, considerarán que no hay más referendums que hacer. Ya lo verá.

Trajano dijo...

Agradezco sus conceptos.

Es un verdadero placer dialogar con ud.

El Perdíu dijo...

Trajano, igualmente