26.5.06

Comunidad y Sociedad

Almuerzo el otro día con Josemanuel. Ambos hemos tenido la suerte de vivir en primera persona mundos ya en transición. Nos criamos inmersos en círculos comunitarios, pero ahora trabajamos y nos movemos en un mundo de relaciones societarias. La distinción entre comunidad y sociedad fue establecida, creo, por primera vez por Tönnies, de un modo similar al siguiente: en la comunidad (Gemeinschaft) predomina la voluntad natural como forma de asociación; en la sociedad (Gesellschaft) predomina la voluntad racional. Son dos conceptos magníficos que explican muchas de las cosas que ocurren en la modernidad.

Todos participamos de ambos tipos de vinculación comunitaria, pero a nosotros, los que nacimos cuando el mundo rural empezaba a morir, nos ha sido posible ver ambas.

- Ver un mundo con terrenos aún comunales, en el que te identifica el apodo y la familia de la que procedes, en el que uno deja la puerta abierta cuando se va y sabe que puede acabar cenando casi en cualquier casa. Un mundo donde a los miembros de la comunidad se le hacen favores porque sí, no para obtener otro favor futuro y en el que, además, los enfados son de por vida...

- Junto a esto, también hemos visto el mundo societario. En el que uno no tiene apellido ni apodo, sino su esfuerzo para salir adelante. En el que uno ha de ganarse el reconocimiento, en el que ha de trancar con llave la puerta, en el que tu padre no puede colocarte, en el que los enfados acaban al día siguiente.

Dos mundos. Una sola vida.

¿Frase del día?

"[...] nadie debería escribir su vida sin haber tenido la paciencia, antes de fechar su propia existencia, de recordar por lo menos a la mitad de sus abuelos"
Günter Grass. El tambor de hojalata.

1 comentario:

El Perdíu dijo...

Armando, las nuevas relaciones, como las que se generan a través de los blogs, son aún muy novedosas, creo yo, como para poder clasificarlas.
Respcto a la segunda parte de tu argumentación, me atrevo a señalarte que nunca bajes la guardia frente a la melancolía.
El mundo artificial, que es el societario, es el que nos permite ser libres. ¿No crees?