27.1.07

He conocido tantas mujeres así...

La separación de los papeles de las mujeres y de los hombres es el principal objetivo del modelo victoriano: ellas deben ser recatadas, frágiles, ajenas a las pulsiones sexuales, disciplinadas en las expresiones (ni una sola palabra soez debía aparecer en sus labios), una "figura de porcelana" que evita los movimientos bruscos, que se sofoca con facilidad, que está pendiente de sus jaquecas. Nada de política ni de deporte [...].
Ruiz-Domènec, José Enrique: La ambición del amor. Historia del matrimonio en Europa. Página 245.

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