Zotes

Si fueran sujetos desarmados, darían más lástima que respeto.

Ahí tienen algunas pruebas.

Lo cuenta Florencio Domínguez en Dentro de ETA. La vida diaria de los terroristas, que acabo de finalizar.
- En los ochenta, un traficante de armas marsellés hace creer a dos etarras que es el representante en Europa de la familia Corleone, ya saben, la del padrino, y que puede suministrarles armas a muy buen precio. Los muy zoquetes pican el anzuelo. ¿Se puede se más bobo? Lo siguiente será pactar con superman que derribe la moncloa y la zarzuela. Oh no, pérfidos españoles, habían comprado criptonita.
- En los años ochenta se plantea la construcción de la autovía que unirá Guipúzcoa con Navarra, ETA se niega, entre otras cosas, porque la carretera sirve “a los designios estratégicos de la OTAN contra el Pacto de Varsovia”. Finos analistas de la realidad internacional, sí señor.
- Cuando en los años ochenta se van a producir las conversaciones de y en Argel, ETA exige al gobierno que entre los interlocutores esté un miembro del Consejo de Estado. Se ve que el nombre les impresiona. El Consejo de Estado no tiene poder ni para vetar ni para paralizar ninguna ley, así que hubo que explicarles que no pintaban nada allí. Imagino que para la ronda esta que han tenido en Suiza habrán exigido la presencia, entre los representantes del Estado, del Presidente del Honrado Concejo de la Mesta.

PS: Lo explicaba bien ayer Rogelio Alonso en el programa Enfoque de la dos, mal dirigido por Elena Sánchez. Precisamente porque ETA tiene el apoyo de entre el diez y el quince por ciento de los votantes vascos, hay que ser muy cuidadoso a la hora de transmitir la idea de que, si dejan de matar, tendrán una recompensa.