31.1.07

Reseñas

Un par de lecturas finalizadas.
  • Por un lado, La ambición del amor, que le paso inmediatamente a Hornuez, siempre tan preocupado por estas cosas. El libro peca, bajo mi punto de vista, de irregularidad; párrafos brillantes se alternan con descripciones algo monótonas de cada uno de los momentos históricos. Aun así, es un buen intento de reconstruir dos mil años de historia matrimonial en Europa a través de la literatura. No me resisto a transcribir alguna perla:
- "La modernidad es precisamente eso: una declaración de mística alegría en favor del sentimiento por encima de las normas sociales" (página 274)
- "Tenemos ante nosotros dos situaciones [...]: la recuperación del glamour femenino auspiciado por las revistas de moda, como una realidad necesaria en el proceso de adquisición de la identidad de la mujer como ser diferente, y la confirmación de que las mujeres no necesitan gustar a los hombres para ser ellas mismas [...] (página 308)
  • Por otro lado, La fuerza de la identidad, del profesor y senador italiano Marcello Pera, publicado como libro electrónico por FAES. Se trata de un reflexión sobre las diferentes crisis de identidad por las que atraviesa nuestra sociedad. Su comparación de la Estrategia de Lisboa con los Planes Quinquenales de la europa soviética es magnífica. Se lee de un tirón.
Tengo principiados tres;
- Expiación, de Ian McEwan. Como Amsterdam me pareció interesante, he decidido darle una nueva oportunidad al autor.
- La victoria de Orwell, de Hitchens, ya saben, aquel que compré en Ofertón de Libros por dos duros.
- Cabo Trafalgar, de Pérez Reverte. De momento, parece concebida como un divertimento. Ya veremos.
En fin, y de teatro, pues estuvimos viendo el sábado La Duda, de Galdós. Simplemente correcta. Creo que el texto ha envejecido mal.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Coincidirás conmigo que tampoco ayudaron los actores que poco sentimiento le pusieron al texto.

Quiza hay algunas obras teatrales, como esta, que deberian ser adaptadas a nuestros días: imagina que los dos hijas, niñas chinas adoptadas, fuesen de un matrimonio de lesbianas izquierdosas y que la abuela, madre de la más rebelde, fuese una alta ejecutiva enferma de cancer que vivió sus años mozos en el París del 68 y hace años que ha renunciado a sus veleidades rojas en pos de una vida burguesa de triunfo y reconocimiento social.

La famosa duda de la obra tendría una vital importancia de enfrentamiento generacional, herencia a lo Falcon Crest y dilema sobre las utopias perdidas.

Joder como ganaría (eso sí prescindiendo de Nati Mistral)

Un abrazo

Anónimo dijo...

y en tu caso, Hornuez, empujar.

El encontrao.

Anónimo dijo...

Hombre Hornuez, espero que la próxima vez que nos dejemos caer por los Madriles tengamos la oportunidad de coincidir ante unas cervezas y podamos charlar sobre lo humano y no sobre lo divino.

Un abrazo